26 de septiembre de 2012

Mi descenso de peso en cifras.

,
Para los que preguntan habitualmente como fué mi descenso de peso acáles dejo un cuadrito con mis registros, el 20/12/2011 fue mi cirugía de ByPass Gástrico.

IMC: Índice de masa corporal, pueden calcular el suyo en el siguiente sitio web,  http://www.indicemasacorporal.org/


25 de septiembre de 2012

Ventajas del Bypass gástrico antes del embarazo

,
Someterse a un bypass gástrico antes del embarazo pudiera evitar que sus hijos padezcan de obesidad


Las mujeres que padecen obesidad y se someten a un  procedimiento de reducción de peso como el bypass gástrico pudieran no sólo mejorar su salud y su calidad de vida, sino que estarían disminuyendo la probabilidad de que sus hijos padezcan obesidad.

Un estudio publicado en diciembre del 2006 en la revista Pedriatrics, señala que las mujeres obesas que tuvieron una cirugía de bypass gástrico antes de su embarazo, han prevenido con esto que sus hijos desarrollen obesidad.

Este estudio encontró que en dichas mujeres, el riesgo de que sus hijos fueran obesos disminuyó un 52% y ninguna de ellas tuvo bebés con bajo peso al nacer. Esto último es importante ya que el bypass gástrico conlleva el riesgo de causar una baja nutrición.

La cirugía debypass gastrico, también conocida como cirugía bariátrica, se usa para ayudar a las personas con obesidad mórbida a perder peso. Aunque esta cirugía tiene diversas variantes, el procedimiento básico abarca engrapar una larga porción del estómago y unir de nuevo el intestino a la parte menor que queda. Debido a que el estómago disminuye su capacidad, los pacientes son incapaces de comer demasiada comida y se sienten satisfechos mucho más rápido.

Es importante mencionar también, que es necesario esperar al menos 18 meses después de la cirugía de bypass gástrico para quedar embarazada, debido a que durante los primeros meses después de la cirugía el paciente pierde grandes cantidades de peso y esto pudiera resultar perjudicial para el bebé. Después de 18 meses la pérdida de peso abra disminuido y el paciente pudiera estar en condiciones de buscar embarazarse.

Recuerde, cada paciente es diferente y único, consulte con su médico y el determinará cuál de las cirugías bariátricas es su mejor opción, así mismo el determinará cuando es el momento ideal para comenzar a buscar un embarazo.


Dr. Hector Bernal
www.adios-obesidad.com

Sobre el Autor: Hector Bernal es Médico Cirujano especialista en cirugía metabólica y de obesidad. Miembro de la federación Internacional de Cirugía de Obesidad (IFSO). Profesor titular en la Escuela de Medicina de la Universidad Autónoma de Chihuahua en Chihuahua México.

¿Cómo comer después de una cirugía bariátrica?

,
Antes de someterse a una cirugía de obesidad, el paciente debe aprender algunas pautas nutricionales que lo ayudarán a sobrellevar mejor el proceso posterior a la intervención quirúrgica. No se está sometiendo a un procedimiento milagroso y parte del éxito dependerá de la voluntad y los buenos conocimientos que se adquieran.

Cuando el paciente se propone someterse a una cirugía  bariátrica, una de sus principales preocupaciones es si podrá comer de todo luego de operado. Generalmente le cuesta imaginar su vida sin determinados alimentos que le causan mayor placer y se convierten en una auténtica adicción.

Aprender a seleccionar qué comer y por qué es parte de la recuperación del obeso. Ud. no dejará de encontrar delicioso un trozo de chocolate pero sabrá entender qué es más aconsejable para su salud.

Los alimentos dulces son, en general, hipercalóricos y no son ricos en nutrientes. Su alto contenido en azúcar y grasas los convierte en una tentación para la mayoría de las personas. A la hora de cuidar nuestra salud y alimentación, estos productos son muy perjudiciales ya que generan adicción y pueden contribuir a un rebote en el peso del paciente.

Estamos acostumbrados a comer gran cantidad de productos elaborados que contienen todo tipo de endulzantes, químicos, conservantes y añadidos para dar sabor, color y textura. Por eso, cuanto las ganas de comer apremian, no pensamos en las opciones saludables. Sin embargo, muchos alimentossanos pueden saciarnos rápidamente y por pocas calorías.

Cuando se siente la necesidad de comer algo dulce, se puede recurrir a una solución natural. Es posible realizar ricos postres sin recurrir al chocolate o al azúcar: los polos de agua y la nata sin azúcar congelada y mezclada con frutas pueden ser ricos helados naturales. El queso crema se puede convertir en un riquísimo postre si se mezcla con edulcorante y canela, también esta mezcla se puede utilizar para rellenar un crepe.

Ingerir frutas de todo tipo es muy importante para superar la adicción a los dulces, ya que son ricas en azúcares naturales. Sólo es cuestión de cambiar nuestra mentalidad y entender que lo rico no siempre tiene que ser super elaborado.

También es recomendable, el realizar un detenido análisis de los propios hábitos alimenticios cuando se selecciona el tipo de cirugía bariátrica ha realizarse, por ejemplo: a algunas personas les será muy difícil dejar el hábito de comer algunos alimentos líquidos altos en calorías, como las malteadas, los licuados o el alcohol, para estos pacientes es mucho más recomendable el someterse a una cirugía de bypass gástrico que una banda gástrica o lap band.


Dr. Hector Bernal
www.adios-obesidad.com

Sobre el Autor: Hector Bernal es Médico Cirujano especialista en cirugía metabólica y de obesidad. Miembro de la federación Internacional de Cirugía de Obesidad (IFSO). Profesor titular en la Escuela de Medicina de la Universidad Autónoma de Chihuahua en Chihuahua México.

Destierre a su pesimista interno

,
Una visión oscura de la vida puede transformar triunfos en derrotas... Somos responsables de nuestra desdicha o felicidad.


  • Siempre ven el vaso medio vacío.
  • No encuentran nada positivo para rescatar de su vida diaria. 
  • Lo que hacen les resulta aburrido, tedioso, insoportable.
  • Parecen ir por la vida arrastrando los pies y su alma con una permanente queja que ve siempre en los otros, en el destino o en la mala suerte el origen de todas sus desgracias. 

¿Reconoce esta descripción?

¿Conoce a alguien de su entorno con estas características? 


Así es una persona pesimista. Alguien peligrosamente influyente: basta conversar con un pesimista para quedar con dolor de cabeza, bostezos y una idea negra acerca del futuro.

Para el psiquiatra David Burns, muchas veces las personas son ilusionistas del pesimismo. Su visión de la vida transforma posibles triunfos en fracasos o derrotas. Construyen, a cada paso y con cada pensamiento, esa vida monótona y gris de la que tanto se quejan. Cargan su mente de pensamientos tan negativos que distorsionan la visión de su mundo y la transforman en algo sombrío que les impide ver cualquier tipo de esperanza.

¿Cómo cambiar esta percepción? En primer lugar es preciso reconocerla. Quien se encuentra enceguecido por este modo negativo de pensar difícilmente pueda una mañana levantarse y decir “hoy empezaré a disfrutar de la vida”.

Hacerse cargo de uno mismo, convertirse en responsable de la construcción de la dicha o la desdicha, es un camino sinuoso pero no imposible de transitar. Las claves que compartimos a continuación intentan ayudar al pesimista a que se reconozca. También pueden ser una guía para que quien convive con un pesimista pueda implementar estrategias y ayudarlo (o ayudarse).

De cualquier modo, buscar atención profesional suele ser la mejor recomendación. El trabajo terapéutico es el complemento ideal de la voluntad de cambio, especialmente en aquellos que no encuentran solos la salida. Muchas veces mostrarle al pesimista lo afortunado que es por tener trabajo, salud, afecto y contención no resulta suficiente para que modifique su manera de pensar, arraigada durante años. Optimista no se nace, se hace. Pesimista, también. En cualquier caso uno mismo decide (no sin dificultades pero sí con total libertad) qué es lo que elige para su propia vida. Usted ... ¿qué prefiere?.

1. Evite los pensamientos extremistas.


“Blanco o negro”, “todo o nada”. Este modo de pensar tiene categorías tajantes, sin grises. Esten los héroes o los perdedores, sin término medio. Cualquier pequeño tropiezo favorece la frustración. El perfeccionismo que se oculta detrás de este razonamiento paraliza la acción e impide ver que es posible aprender incluso de los errores y que hay pequeñas cosas que merecen ser reconocidas como fuentes de bienestar.

2. Detecte las generalizaciones.


Haber tenido una mala experiencia no implica que necesariamente se repetirá en el presente o el futuro (siempre que no siga haciendo lo que lo condujo al fracaso). Revise en qué circunstancias tiende a generalizar por vivencias negativas del pasado. Puede ser por problemas con personas (familiares, amigos, pareja, compañeros de trabajo) o situaciones sociales (fiestas, reuniones laborales, viajes). Una vez que las detecte, pregúntese cuál es la evidencia de que volverá a tropezar otra vez con la misma piedra.

3. Haga un esfuerzo por ver el medio vaso lleno.


Si pasa por alto cada vivencia positiva es porque (aunque no se dé cuenta) está eligiendo erradicar de su mente todo lo positivo que le traería bienestar y calma mental, y se permite registrar solo el desecho emocional. Es un callejón sin salida: con esa actitud lo único que conseguirá es alimentar el círculo vicioso del pesimismo. Haga el esfuerzo conciente de anotar todas las noches dos cosas positivas. Incluya las pequeñas (alguien le dijo algo lindo, el colectivo no se demoró, el clima es agradable). A medida que pasen los días, sintonice las experiencias positivas con aquellas cosas que disfruta y antes pasaba por alto (la música que más le gusta, la compañía de alguien, el sol a la mañana). Con el ejercicio verá que podrá rescatar, progresivamente, momentos del día en los que se sintió a gusto.

4. Disfrute de sus logros.


Reconozca y abandone el hábito de “buscarle el pelo al huevo” o “la quinta pata al gato”. No se trata de que se conforme sino, por el contrario, de que se relaje y disfrute. Si está haciendo un plan para bajar de peso y una semana no hay cambios... ¡felicítese por no haber subido! (el medio vaso lleno). Recién después revise qué hacer para alcanzar resultados que se ajusten a sus expectativas.

5. No saque conclusiones apresuradas.


Usted es pesimista, no adivino. Entonces lo que piensa puede jugarle una mala pasada. Si alguien se demora y no llega a horario, no es que lo dejará plantado... quizá perdió el colectivo. Si quedaron en llamarlo y no lo hicieron no significa que no lo quieran lo suficiente... tal vez el llamado se demore por algún contratiempo. Cada vez que saque una conclusión negra y apresurada, respire profundamente y revise qué es lo que lo lleva a imaginar finales tristes.

6. Deje de magnificar los problemas.


Haga de cuenta que sus ojos tienen una lente magnificadora de problemas a proporciones gigantescas. Mientras vea la vida desde este punto distorsionado no podrá alcanzar sus metas: le será imposible ver los problemas en tamaño real. Ajuste la proporción de lo que vive usando una escala práctica del 1 al 5. Lo que sucede es extremadamente difícil/insoportable (nivel 5) hasta normalmente soportable (nivel 1). Cuando haya puntuado la situación, revíselo con sentido común. Si se anima, converse con alguien de confianza y cuéntele lo que siente. Esté abierto a otras opiniones, averigüe qué sintieron o hicieron otras personas en una situación similar. Por lo general nada es tan terrible como parece a primera vista.

7. Deje de evaluar todo de acuerdo a cómo se siente.


Si es una persona pesimista tenderá a evaluar su vida desde un estado de ánimo negativo. Aprenda a desconfiar de sus emociones hasta que esté preparado para advertir que pueden traicionarlo. No es una persona insignificante aunque así se sienta. Ni es una persona inútil aunque algo no haya salido perfecto. Recurra a la lógica. A veces a pesar de que uno haga las cosas bien los resultados no son los esperados. Así es la vida... y eso no es tan terrible. Usted puede soportarlo.

8. Suelte el pasado.


Lo que debería haber hecho y no hizo... ya pasó. Deje atrás el ayer, deje ir el pasado. Ya no puede hacer nada por cambiarlo aunque se arrepienta de lo que haya hecho o dejado de hacer. Revivir permanentemente esto solo atrae frustración y amargura y lo hace seguir perdiendo la oportunidad de alcanzar el bienestar que se renueva todos los días.

9. Abandone las etiquetas.


Los pesimistas suelen tenen un soliloquio lleno de etiquetas autodegradantes. Al mínimo error que se comete este diálogo interno se dispara con recriminaciones tales como: “estúpido”, “idiota”, “perdedor”, “fracasado”. Reemplazar estos pensamientos negativos automáticos exige trabajo. No pretenda borrarlos de una día para el otro. Comience por reconocerlos en el preciso momento en que aparecen. Descubra en qué ocasiones se dispara el play y reproduce estas etiquetas y, cuando lo esté haciendo, deténgase. Pulse un stop mental de inmediato. Abandone concientemente (quizá con esfuerzo) esa reproducción. Diga “¡basta!” mentalmente o en voz alta. Deténgase y cambie el foco de atención intencionalmente. Recuerde que quizá hace tiempo que se autoetiqueta sin darse cuenta. De a poco empiece a reemplazar esas etiquetas negativas y pesimistas por otras. Haga una lista de sus virtudes, de sus cualidades positivas. No hay razón para que se maltrate con pensamientos autodestructivos.

10. Escriba un diario.

 

Anote sus pensamientos sin omitir ninguno. En lo posible, describa la situación detalladamente. De este modo podrá revisar cuáles son los disparadores de pensamientos pesimistas. Si, en cambio, descubre que fueron pensamientos positivos y conductas proactivas (que le permitieron encontrar una solución óptima a la situación) dése una palmada y propóngase aplicar ese recurso en otros ámbitos. La clave está en pensar en soluciones, en elaborar alternativas, en construir salidas que le permitan mejorar aquello que siente que no va como desea. Si se queda en el lamento permanente, rezongando por la vida que “le tocó”, podrá hacer poco para construir la vida que quiere vivir y, sin dudas, que se merece.


Prof. Dr. Alberto Cormillot

Modificar "El loop de la rutina", muy interesante!

,
Examine sus comportamientos de rutina y encare los viejos problemas con respuestas nuevas.  

Desarrollamos la mayoría de las acciones cotidianas en piloto automático, atados a la costumbre, algo que los científicos bautizaron “el loop de la rutina”. 

El modo en que nos bañamos, agarramos la lapicera, abrimos la puerta o reaccionamos ante situaciones habituales, está coordinado desde los ganglios básicos del cerebro.

Son acciones que requieren mucho menos energía que las decisiones a nivel consciente, reguladas por el sistema ubicado en la corteza prefrontal. El cerebro organiza las tareas rutinarias automáticamente y así destina para ellas menos energía, que reserva para situaciones que la requieran en mayor cantidad, como el momento de resolver un conflicto, por ejemplo.

A pesar de esta aparente automaticidad, el loop consta de tres componentes. Saber identificarlos puede aumentar las posibilidades de éxito cuando se desea modificar hábitos muy arraigados:

1. Disparador. Cualquier situación o sensación: tener una discusión o sentir hambre, por ejemplo.

2. Comportamiento rutinario. La acción que suele seguir al disparador: darse una comilona, por ejemplo.

3. Recompensa. Sensación de bienestar que afianza el comportamiento rutinario y ayuda a grabarlo para ser utilizado en situaciones similares en el futuro.

Para los neurocientíficos la clave está en no pretender modificar los tres componentes en forma simultánea. Al contrario, hay que mantener el disparador y la recompensa y focalizar la atención en el comportamiento, en modificar la conducta repetitiva. Por ejemplo, si habitualmente una discusión con su pareja lo lleva a atacar la heladera, interponer conscientemente una acción alternativa como salir a caminar o darse un baño.

En plan de reemplazar hábitos es interesante aprovechar los períodos en que las costumbres cotidianas deben cambiar a la fuerza. Una enfermedad transitoria, un viaje de placer, un fin de semana largo, son instancias en las que el piloto automático se desajusta y pueden resultar excelentes para modificar las conductas más nocivas. Incluso situaciones estresantes como una separación o una mudanza pueden ser ideales para plantearse cambios mayores como dejar de fumar, empezar una dieta o iniciarse en un nuevo deporte. Para algunas personas las iniciativas tomadas en esos momentos de turbulencia son mucho más duraderas que aquellas que se asumen en el  quehacer  cotidiano.

Sin duda, una forma muy positiva de aprovechar las dificultades para desactivar el loop de la rutina y retomar el control consciente de las riendas de su vida. De la práctica perseverante de estas nuevas respuestas dependerá el grado de éxito que alcance. Pero, ¡atención!, para adoptar los nuevos hábitos que reemplacen a su comportamiento rutinario se requiere una decisión formal y consciente de ganarle al piloto automático.

Si está pensando en mejorar su alimentación, bajar unos kilos o dejar de fumar, recuerde que:

* poner por escrito la planificación para cambiar un hábito obliga al cerebro a salirse del automático y le recuerda cuál es el nuevo plan.

* las posibilidades de éxito aumentan mucho si si se visualiza lo que se quiere alcanzar: se imagina a usted mismo delgado, activo, con los pulmones libres, etc.

Fuente: Dr. Cormillot.
 

Mi nueva vida Copyright © 2011 -- Template created by O Pregador -- Powered by Blogger Templates